EN PROCESO

CUERPOS CONVERSOS/ Serie

Texto: Alicia Amador y Yaocí Pardo

La conversión entraña un cambio de ser. Debe entenderse como un proceso—y no sólo un acontecimiento—cuyo antes y después se manifiesta concretamente en el cuerpo. Cualquier conversión es significativa porque involucra un cambio de creencias efectuado por un cambio de signos, un lenguaje de símbolos nuevos. La relectura del mundo llevada a cabo por el converso reescribe el cuerpo como un texto reinterpretado.

CUERPOS CONVERSOS es ante todo un proceso de re-simbolización del cuerpo femenino. A diferencia del ídolo, que reduce el signo a su manifestación y apariencia, el símbolo admite lo invisible, se distancia del fetiche. El cuerpo converso recupera el aura simbólica de la figura humana en proceso de metamorfosis. Dada su transformación, se presenta como un ser manifiesto e inmanifiesto bajo dos leyes distintas que revela y oculta al mismo tiempo su esencia. Sólo puede ser leído en constante dualidad como un palíndrome: “Se es o no se es”.

A partir de redibujar ciertas representaciones del cuerpo femenino en la pintura Renacentista, convierto la expresividad del cuerpo femenino dentro de la tradición pictórica occidental a un trazo fluido. Utilizo como soporte para esta serie estructuras ovoides en distintos formatos pintadas por dentro y/o por fuera con el fin de comentar una larga tradición de símbolos femeninos condensados en el huevo, la luna, la perla y la concha de mar. Recupero la carga simbólica del cuerpo sacralizado a partir de su des/figuración. Deconstruyo bajo una visión contemporánea la oposición histórica entre la veneración de imágenes y la fe iconoclasta.  Replanteo a la pintura como una de las herramientas más poderosas del arte sacro por medio de una conversión de estilos.

En la re-simbolización del cuerpo convertido en expresión pura leo actos de subversión y resistencia: las imágenes pueden verse como palíndromos visuales. ¿Cómo es relevante el cuerpo converso hoy día? ¿Puede la conversión de la forma clásica a un trazo abstracto liberar al cuerpo femenino del fetiche y restituirle una dimensión oculta? ¿Puede recuperarse lo sagrado del símbolo si redibujamos su dimensión fluida?